miércoles

¿Buena postura o buen uso?

Para muchas personas, la Técnica Alexander está íntimamente asociada con el cultivo de una buena postura. Sin embargo, el término postura es inadecuado para transmitir lo que la Técnica Alexander pretende mejorar. Cuando nos referimos a la postura, está normalmente asumido que lo bueno es estar erguido y lo malo es estar encorvado. Hay algo de cierto en esto, aunque esforzarse por estar erguido, provoca usos inadecuados en otros aspectos: la rigidez del sargento en un desfile, la reciedumbre del triunfador, y el bailarín o la modelo “curvados” al mantener un cierto aspecto, son algunos ejemplos. La postura es simplemente un reflejo de nuestro uso general en la medida que un mal uso provoca una mala postura. De la misma manera, cuando hacemos un buen uso de nosotros mismos, nuestra postura es la óptima. “Postura”, es algo estático que se refiere a la forma, adecuada o inapropiada del cuerpo físico. Por otra parte, “uso”, es algo dinámico, fluido y vivo y se refiere al organismo en su conjunto.

Por eso la Técnica Alexander no pretende corregir directamente las posturas defectuosas (aunque la correcta restauración de las funciones de los mecanismos posturales sea una de sus partes), sino que se dedica a procurar una naturaleza del “equilibrio” como base para cualquier tipo de actividad: ya sea mental, emocional o corporal.

Cuando se ha recuperado el equilibrio, la postura se recupera sola. Cuando hacemos ejercicio, yoga, meditación, deporte o tocamos algún instrumento sin equilibrio, lo único que conseguimos es incidir más profundamente en los efectos perjudiciales de la forma en que acostumbramos a hacer las cosas.
Meredith Page, porofesora de técnica alexander.

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